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Moluscos exóticos que invaden España

El movimiento de especies entre continentes se ha acelerado a la par con los sistemas de transporte humano, y el intercambio de bienes y servicios entre regiones distantes del planeta. Un número de aves, mamíferos, reptiles, peces y anfibios han logrado superar las barreras geográficas que durante miles de años los mantuvieron en ciertos lugares y ahora pueden encontrarse en regiones muy distantes de su zona de distribución original.


No todas las especies que llegan accidental o intencionalmente a otra región logran sobrevivir en ella, pero las que lo hacen suelen generar graves problemas ambientales, económicos e incluso sanitarios. La magnitud del problema tiene poco que ver con el tamaño de los individuos de las especies.


Tendemos a subestimar el impacto que pueden tener las especies pequeñas, y muchas veces, precisamente porque pasan desapercibidas durante las primeras etapas de su introducción, invaden muchos ecosistemas y desplazan a las especies autóctonas. Cuando nos damos cuenta, puede ser tarde para erradicarlas o revertir el efecto.


Las especies pequeñas y en especial, muchos invertebrados, tienen ciclos de vida muy cortos y alta fecundidad, por lo que sus poblaciones pueden aumentar rápidamente. Si además son generalistas en sus requerimientos o pueden tolerar las condiciones de los ambientes perturbados, tenemos la receta perfecta para que la especie invasora se establezca.


Moluscos invasores en España


El Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras incluye las especies de moluscos no nativos que se encuentran en expansión en España. Algunos tienen todavía distribuciones restringidas, pero la mayoría carece de legislación a nivel autonómico y de programas de erradicación efectivos o ecológicamente respetuosos. La Comisión Europea está elaborando una legislación sobre especies exóticas invasoras según lo establecido en la actuación 16 de la “Estrategia de la UE sobre la biodiversidad hasta 2020: nuestro seguro de vida y capital natural” para abordar las lagunas que existen en las políticas regionales de lucha contra las especies exóticas invasoras.


A continuación te presentamos diez especies de moluscos exóticos invasores en España. Mencionamos los principales impactos de su presencia y las principales medidas de control que se han propuesto o aplicado. Con esta lista buscamos ayudar a las comunidades a estar alerta sobre la presencia de estos invertebrados y a no participar en actividades que faciliten su introducción o propagación. En caso de avistar alguno de estos animalitos, en zonas en las que no se había reportado su presencia, se debe informar a las autoridades competentes. Recordemos siempre que nunca debemos manipular estos animales sin la protección adecuada debido a que algunos transmiten patógenos al ser humano.



Caracol gigante africano - Achatina fulica (Achatinidae)


¡Quién no ha escuchado hablar del caracol africano! Este gasterópodo terrestre se ha convertido en una de las peores plagas de caracoles en todo el mundo. Su concha mide unos 12 cm de largo y 6 cm de diámetro, pero se pueden encontrar individuos de hasta 20 cm. Es un animal con un gran apetito, que causa estragos en los cultivos y en los ecosistemas naturales que coloniza. También es un “caminador” incansable que puede desplazarse hasta 50 m en una sola noche.


El caracol africano es hospedador intermediario del parásito que provoca la meningoencefalitis eosinofílica y la angiostrongiliasis abdominal en humanos (Angiostrongylus cantonensis). El parásito se transmite a los humanos por el consumo directo de los caracoles (algo infrecuente) o indirectamente a través de la carne mal cocinada de otros animales, como el cerdo o el pollo, que también se hayan infectado. También es vector de una bacteria, Aeromonas hydrophila, que puede causar varias afecciones en personas con el sistema inmunológico deprimido.


Este caracol es oriundo de África Oriental (Kenia, Tanzania, Somalia entre otros) pero se localizó fuera del continente africano en 1847, en India. Desde entonces se ha diseminado por el mundo, en general en las zonas tropicales. Se piensa que inicialmente pudo ser introducido de forma accidental por el transporte de mercancías, especialmente de plantas, en las que se encontraban los huevos. La introducción intencional se debe principalmente al comercio para alimentación humana, como mascota y también para la elaboración de productos cosméticos (a partir de la mucosidad que producen).


En España se ha verificado su presencia en Andalucía pero todavía no existe una normativa para su control. Los molusquicidas son los métodos más eficaces frente a estos caracoles, siendo más efectivos los que tienen como principio activo el metaldehído, pero estos productos son altamente contaminantes. Las campañas de información y concienciación dirigidas a empresas que comercializan mascotas, agricultores y horticultores son la mejor medida para la detección temprana.



Caracoles manzana - Pomacea insularum y Pomacea caniculata (Ampullariidae)


Estos dos gasterópodos dulceacuícolas reciben su nombre vernáculo por la forma globosa de sus conchas. Son caracoles de tamaño relativamente grande, de unos 10 cm de diámetro, y tienen la capacidad de respirar por branquias y por pulmón, lo que les permite habitar en aguas pobres en oxígeno. Ambas especies tienen un apetito voraz y consumen una amplia gama de alimentos, aunque su predilección es por las plantas acuáticas vasculares. Por tanto, son especies que tienen un gran impacto sobre la vegetación acuática de los humedales, pantanos, marismas, lagos y ríos de aguas tranquilas. Los cultivos de arroz son ambientes óptimos para estos caracoles; allí causan daños importantes debido a su preferencia por las plantas en los primeros estadios de desarrollo. Igual que el caracol africano, ambas especies son huéspedes intermediarios de Angiostrongylus cantonensis. La transmisión de este parásito se produce al consumir caracoles poco cocinados; si se cuecen durante el tiempo necesario, su consumo no es perjudicial para la salud.


Originalmente estos caracoles solo se encontraban en zonas tropicales y subtropicales húmedas de sur América. En la década de los 80 se los introdujo intencionalmente en el sureste Asiático para convertirlos en recursos alimentarios, pero la iniciativa no tuvo éxito y los caracoles se liberaron o escaparon de los sitios de cría. Después se convirtieron en plagas de los cultivos de arroz. En otras regiones del planeta fueron introducidos como especies para la acuariofilia.


En España se encuentran en Canarias (P. caniculata, en la presa de Adaguares) y Cataluña (P. insularum, en el Delta del Ebro). En Cataluña está asociado principalmente a los cultivos de arroz. Sin embargo, existe el riesgo de que colonice otras áreas arroceras debido a malas prácticas en acuariofilia, y al uso de maquinaria y aperos agrícolas que han estado en contacto con el caracol. Se piensa que la vía de expansión de P. insularum en la península ibérica ha sido el escape desde un criadero, cercano al Delta del Ebro.


La mejor manera de controlar la expansión de estas especies y mitigar su impacto negativo es la prevención. En España está prohibida la importación de ejemplares de estos caracoles y está regulada la inspección fitosanitaria de plantas acuáticas procedentes de países que pueden transportarlos. Para evitar su entrada en los cultivos de arroz se aconseja utilizar barreras físicas en las entradas y salidas de agua. Una vez han entrado en los arrozales, es bastante laborioso eliminarlos; hay secar los cultivos, efectuar una recolección manual y eliminar las puestas. El tratamiento con productos químicos no se recomienda porque las características del opérculo permiten que los caracoles manzana sean muy resistentes a todo tipo de producto zoosanitario. En la prevención también son importantes las acciones de divulgación y sensibilización, dirigidas a los productores de especies para acuariofilia y a los acuariófilos.



Caracol del cieno - Potamopyrgus antipodarum (Hydrobiidae)


Es un gasterópodo muy pequeño, de unos 6 mm de largo, de hábitos dulceacuícolas y salobres. La concha tiene forma de cuerno, con 7 u 8 espiras con surcos profundos. Tiene una alta tasa reproductiva y puede llegar a alcanzar densidades de hasta 100 mil individuos por m2. Además, es muy tolerante a la contaminación de las aguas con materia orgánica y efluentes agropecuarios; de modo que la degradación de los ecosistemas favorece su expansión. Una característica peculiar, que también favorece su expansión, es la capacidad de transitar el tracto digestivo de sus depredadores sin sufrir daños, a menos que éstos los hallan triturado antes de engullirlos; de lo contrario son expulsados vivos junto con las heces.


Su área de distribución natural se restringía a Nueva Zelanda e islas adyacentes, pero ya se ha reportado en Australia, América del Norte y Europa. En España se ha localizado en Islas Baleares, Cantabria, Cataluña, Extremadura, Galicia, Comunidad de Madrid, Región de Murcia y País Vasco. Se sospecha que ha sido introducido accidentalmente con las aguas de lastre de los buques de carga, los aparejos de pesca y los productos de acuicultura (peces vivos y huevos).


Una vez que el caracol del cieno se establece en una zona, su erradicación es muy difícil. La mejor medida es la prevención de su entrada, por ejemplo, a través de la limpieza y desinfección de las embarcaciones y los aparejos de pesca cuando se hayan utilizado en zonas en las que puede estar presente el molusco. Las campañas de información y educación dirigidas a pescadores, acuicultores y al público en general sobre la especie, sus métodos de propagación y sus potenciales efectos son indispensables para frenar la expansión de este molusco.



Caracol trompeta o caracol malayo - Melanoides tuberculatus (Thiaridae)


Es un gasterópodo de aguas dulces y salobres, de concha cónica (de ahí su nombre vernáculo) de unos 4 cm de largo. Es capaz de tolerar perturbaciones considerables en los cuerpos de agua y puede alcanzar densidades notables de hasta 10 mil individuos por m2. Ambas características le confieren ventajas competitivas frente a las especies autóctonas y, por tanto, contribuye a empobrecer la biodiversidad de las zonas que invade. Sin embargo, su alta capacidad competitiva por los recursos tróficos puede tener una aplicación en el control biológico de la esquistosomiasis, ya que desplaza al caracol que actúa como huésped intermediario del parásito. Sin embargo, es necesario evaluar muy bien las desventajas de este uso, porque, hasta ahora, la mayoría de las experiencias de control con especies exóticas han sido nefastas.


Es un caracol oriundo de las zonas tropicales y subtropicales del este de África y del Oriente Medio. Lamentablemente, su distribución se ha ampliado de manera alarmante en poco tiempo y hoy se le encuentra en Norte y Centroamérica, islas del Caribe, islas del Pacífico (Hawaii y Samoa), Sudamérica y Europa. En España se ha confirmado su presencia en dos de las Islas Canarias, Castellón, Zaragoza y Cataluña. Se sospecha que su expansión se debe al auge de la acuicultura recreativa (principalmente acuarios domésticos). La única medida propuesta hasta ahora para frenar su expansión es mejorar el control del comercio y manipulación de especies exóticas.



Mejillón cebra - Dreissena polymorpha (Dreissenidae)


Es un bivalvo de agua dulce o salobre, tristemente célebre por estar incluido en la lista “100 de las especies exóticas invasoras más perjudiciales del mundo” de la UICN. Su característica más distintiva es el patrón de coloración de su concha, que consiste en bandas transversales en zig-zag de color pardo oscuro y amarillo cremoso. La concha es triangular y puede llegar a medir unos 3 cm de largo.


Este mejillón puede formar colonias de miles de individuos por m2 (apilados unos sobre otros), y causar daños considerables. Es una especie con alta fecundidad (hasta 1 millón de larvas por individuo al año) y gran capacidad para modificar el ambiente que ocupa. Además, es extremadamente resistente a los cambios de temperatura y salinidad. Estas características lo convierten en un competidor extraordinario contra las especies autóctonas, como la margaritífera o margaritona (Margaritifera auricularia), el mejillón cisne (Anodonta cygnea) y las náyades Unio elongatulus, U. ravoiseri y U. mancus, todas amenazadas de extinción.


Aparte de su efecto sobre las especies locales, la formación de colonias por apilamiento de individuos tiene graves consecuencias sobre las instalaciones hidráulicas y las artes de pesca. Se sabe que su presencia modifica las poblaciones de fitoplancton de las que depende la cadena trófica de los ríos. También incrementa de la deposición de materia orgánica en el fondo, y en consecuencia, favorece la proliferación de bacterias y reduce la concentración de oxígeno. Aunque parezca demasiado, este mejillón afecta negativamente al turismo y a la pesca deportiva, ya que altera las orillas de los cuerpos de agua, donde pueden llegar a acumularse grandes cantidades de mejillones muertos tras riadas o tormentas.


El mejillón cebra es autóctono de las cuencas de los mares Negro y Caspio, pero actualmente se encuentra en expansión en Europa, Asia, Norteamérica y el Caribe. En España se halla en Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla y León, La Rioja, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana. Se la reportó por primera vez a inicios del siglo XXI, en el río Ebro y en poco tiempo ha llegado a las cuencas del Júcar, el Segura, la vertiente cantábrica en el Embalse de Undurraga de la cuenca del río Arratia, y el embalse granadino de los Bermejales, que está conectado con el pantano de Iznájar.


Este molusco comenzó a expandirse en Europa a través de los canales de navegación interfluviales, pero ha llegado a otros continentes en el agua de lastre de los barcos de carga, en los cascos de las embarcaciones y en cualquier tipo de equipamiento de pesca que se traslada de una región a otra.


Hasta ahora no ha sido posible erradicar el mejillón cebra en ninguna de las áreas que ha invadido, y todo sugiere que será necesario aprender a vivir con él. Aunque el control químico es muy eficaz contra esta especie, tiene un costo ecológico tremendo. Actualmente, el esfuerzo de protección frente a la especie se concentra en evitar que se siga expandiendo y en reducir su proliferación. Existen normas que obligan a la desinfección de las embarcaciones y del agua de lastre, y campañas de divulgación en muchas de las regiones potencialmente colonizables y accesibles para la especie.



Mejillón de agua salobre o falso mejillón de Conrad - Mytilopsis leucophaeta (Dreissenidae)


Es un bivalvo de unos 2,5 cm de largo y de color homogéneo. Los jóvenes pueden confundirse con el mejillón cebra porque tienen un patrón de estrías en la concha casi idéntico al de aquél. Las diferencias morfológicas son sutiles y difíciles de detectar para una persona no entrenada.


Es oriundo del Golfo de México y algunas zonas de la costa atlántica de América del Norte. En la actualidad se encuentra en zonas de Norteamérica donde anteriormente no se hallaba, y en Europa (España, Holanda, Francia, Bélgica, Finlandia, Ucrania y País de Gales). En España se ha reportado en la dársena del río Guadalquivir, donde probablemente llegó en los cascos de barcos de transporte o en sus sistemas de drenaje.


Su capacidad de colonización es menor que la del mejillón cebra, entre otras razones, porque tiene requerimientos más estrictos de salinidad, temperatura, profundidad del agua, tipos de sustrato y sustancias disueltas. Sin embargo, por su alta capacidad reproductiva puede competir por alimento y sustratos con especies autóctonas. También puede causar daños en los sistemas de refrigeración de las plantas eléctricas e industriales, y en las redes de bombeo, distribución y suministro de agua.


La mejor medida preventiva es la detección temprana, aunque también se ha ensayado la cloración del agua como método de erradicación. Sin embargo, requiere concentraciones altas (1 mg/lt) durante 25 días; a concentraciones menores requiere mayor tiempo de exposición, por lo que no es un método viable en ecosistemas naturales.



Mejillón pequeño marrón - Xenostrobus securis (Mytilidae)


Se trata de un molusco bivalvo, casi triangular, de unos 3 cm de largo. Se encuentra en aguas salobres (lagunas y estuarios) y puede tolerar un intervalo muy amplio de variación en la salinidad, temperatura y oxígeno, lo que de confiere una alta capacidad para sobrevivir en ambientes nuevos.


Es oriundo de Australia y Nueva Zelanda, pero se ha reportado su presencia en el Mar Mediterráneo, específicamente en la laguna de Ravenna, en el delta del río Po y el Mar Tirreno (Italia); en el Mediterráneo francés y en Japón. En España se ha confirmado su presencia en el norte de Cataluña y en la costa Cantábrica.


No se ha establecido con certeza su vía de entrada en España, pero se sospecha que pudo hacerlo en las aguas de lastre de los buques de carga, a través de la semilla importada de otros moluscos o junto con las ostras traídas del Adriático, que se engordan y comercializan a nivel local. De modo que las principales medidas para controlar la expansión de la especie son: regular la importación de organismos que puedan transportarlo, y la inspección y limpieza zoosanitaria de esos ejemplares. Una vez establecido, es necesaria su remoción mecánica con raquetas.


Es una especie que puede competir y desplazar a las poblaciones de especies nativas que habitan en los estuarios, como el mejillón mediterráneo (Mytilus galloprovincialis). Además, pueden llegar a cubrir los fondos blandos y afectar a muchas especies de la fauna bentónica. En lo sanitario, el mejillón pequeño marrón es portador del protozoo causante de la martielosis (Marteilia refringens). La martielosis puede tener efectos letales y subletales en especies comerciales de bivalvos como el mejillón M. galloprovincialis y la ostra plana Ostrea edulis.



Almeja de río asiática - Corbicula fluminea (Corbiculidae)


Se trata de un bivalvo relativamente pequeño, de unos 2,5 cm de largo, que habita muchos tipos de ecosistemas dulceacuícolas. Es una especie con gran capacidad para transformar los ecosistemas acuáticos por su alta fecundidad (hasta 100 mil larvas por individuo a lo largo de su vida). A altas densidades se acumulan grandes cantidades de individuos en un solo lugar. Cuando esto ocurre en los sistemas de riego, desagüe, canalizaciones, represas u otros sistemas hidráulicos, ocasiona grandes pérdidas económicas. Como no tolera la hipoxia (baja concentración de oxígeno), puede contaminar las aguas por la mortalidad elevada en momentos puntuales del año.


El área de distribución natural era el sur y este de Asia (este de Rusia, Tailandia, Filipinas, China, Taiwán, Corea y Japón), Australia y África. Sin embargo, ahora se la encuentra en Norteamérica, Sudamérica y Europa (Portugal, España, Francia, Holanda, Suiza, Gran Bretaña y por la cuenca del Danubio hasta Rumania). En España se encuentra en casi todas las cuencas hidrográficas, especialmente en el bajo Miño (Galicia), Ebro (especialmente en Aragón y Cataluña), Guadiana y Duero. Lamentablemente se está expandiendo rápidamente debido a la translocación accidental desde cuencas infectadas y la dispersión natural de las larvas.


En varias comunidades autónomas se han establecido normas para la protección frente a la almeja asiática de río, por ejemplo, prohibir su uso como cebo de pesca, pero no se ha logrado frenar la expansión de la especie. Algunas acciones posibles son: evitar el acceso de las larvas a los sistemas de aguas confinadas (a través de filtros), remoción manual de ejemplares vivos y muertos, tratamientos térmicos en aguas almacenadas, desecación temporal, desinfección de embarcaciones y artes de pesca, y tratamiento de las aguas de lastre de los barcos de carga. Todo esto en coincidencia con campañas de concientización y sensibilización de las personas relacionadas directa o indirectamente con la especie (pescadores, acuicultores, acuariófilos).



Almeja china del cieno - Sinanodonta woodiana (Unionidae)


Es un bivalvo de agua dulce que puede alcanzar hasta 30 cm de largo. Como todas las especies invasoras, tiene una alta capacidad reproductiva, pero además, su larva (gloquidio) parasita muchas especies de peces de agua dulce, lo que favorece su diseminación. Además, es una especie muy resistente a la modificación de su hábitat y es capaz de sobrevivir en ambientes con altos niveles de sedimentos y partículas en suspensión.


Es originaria de Asia Oriental, desde el sudeste de Rusia hasta China, Camboya, Tailandia, Malasia, Japón y Taiwán. Actualmente se la puede encontrar en Europa, Java, Sumatra y otras islas del Pacífico, Costa Rica y La Española. En España se ha reportado para Cataluña, en las cuencas de los ríos Fluviá, Ter y Daró.


La invasión de esta especie exótica en España se debe a la introducción o translocación de especies exóticas de peces que hospedan a los gloquidios, por ejemplo Gambusia holbrooki (Poeciliidae), Lepomis gibbosus (Centrarchidae), Carassius auratus (Cyprinidae) y Cyprinus carpio (Cyprinidae). Su fácil diseminación a nivel local se puede deber, en parte, a su habilidad para hospedarse en especies autóctonas de peces, como el garbo de Graells (Luciobarbus graellsii).


Esta almeja puede llegar a ser la especie dominante entre las poblaciones de Unionidae en términos de biomasa; por tanto, produce cambios importantes en las comunidades de los fondos de los cuerpos de agua. Su presencia en los ríos Fluviá, Ter y Daró se asocia a la disminución de las poblaciones de especies de almejas autóctonas (Anodonta anatina, Unio mancus y Potomida littoralis). Sin embargo, la almeja del cieno coexiste bien con otros bivalvos invasivos, como la almeja asiática, Corbicula fluminea. El efecto sinérgico de estas dos especies multiplica el impacto sobre las poblaciones autóctonas del mejillón del mediterráneo. Su habilidad para hospedarse en especies de peces autóctonas también genera competencia con las náyades autóctonas que los parasitan.


Como en todas las especies de moluscos invasores, la mejor estrategia para evitar la entrada y controlar la expansión de la almeja del cieno es la prevención: evitar la entrada de especies de peces hospedadores, impedir la translocación entre cuencas fluviales, y controlar la venta de la almeja como especie filtradora en tiendas de acuariofilia. La divulgación y la concienciación son estrategias de apoyo que rinden beneficios a mediano y largo plazo.



Lapa zapatilla común o concha de barca - Crepidula fornicata (Calyptraeidae)


Este molusco gasterópodo, relativamente pequeño (5 cm de largo), forma grupos de individuos apilados o “colonias”, con las hembras de mayor edad abajo, y los machos más pequeños y jóvenes, arriba. Se les encuentra en la costa, en la zona intermareal, infralitoral y circalitoral, entre 0 y 70 m de profundidad.


El mayor problema de este molusco es su alta densidad, superior a 1700 individuos por m2, y su elevada biomasa húmeda, de hasta 10 kg/m2. En consecuencia, genera una gran cantidad de desechos orgánicos e inorgánicos (conchas) que cubren los fondos, cambian su composición e impiden que sobrevivan las especies de invertebrados autóctonos que viven en ellas. Estos sedimentos también parecen afectar el reclutamiento de algunas especies de peces. Además, las lapas zapatilla representan una amenaza para el cultivo de bivalvos comerciales como la vieira, la zamburiña y la volandeira (Pectinidae), y las ostras (Ostreidae).


Es una especie nativa de la costa oriental de Norteamérica, desde el Golfo de San Lorenzo hasta el norte de México. Sin embargo, ahora está presente en Japón, costa oeste de Norteamérica, Golfo de México, en la costa Atlántica Europea (desde España hasta Noruega), y en el Mar Mediterráneo (Golfo de León, Sicilia, Italia y Grecia). En España se encuentra en la costa Cantábrica, pero es especialmente abundante en la costa de Galicia (Ensenada de Aldán, Ría de Vigo, Ría de Arousa, Rías Baixas y Ría de Ferrol). A pesar de su impacto, aun no se cuenta con normativas de protección frente a la lapa zapatilla.


La especie fue introducida accidentalmente a través de la acuicultura, con la importación de la ostra americana (Crassostrea virginica) y del ostión u ostra japonesa (Crassostrea gigas), aunque también puede viajar adherida a los cascos de los barcos y en el agua de lastre (fase larvaria planctónica). Teniendo en cuenta su vía de entrada, las estrategias posibles para evitar la expansión de la lapa zapatilla, serían evitar la introducción de las especies que pueden portarla, y de ser necesario, inspeccionarlas y limpiarlas. Las ostras infestadas se pueden sumergir en soluciones saturadas de salmuera por un tiempo corto. Una vez establecida, solo es posible eliminar la lapa por remoción mecánica de las colonias.


Concluyendo


Vivimos en un planeta dinámico pero, en general, estamos poco alerta a los pequeños detalles que pueden traer grandes consecuencias. La pandemia de la Covid-19 nos ha obligado a prestar a atención a nuestras acciones diarias, porque muchos de nuestros hábitos podrían tener malas consecuencias. Cosas tan sencillas como lavarse las manos al llegar a casa, dejar los zapatos en la puerta o tener cuidado al hablar frente a otras personas previenen contraer la enfermedad. De manera análoga, acciones tan cotidianas para las embarcaciones de carga, como recoger y expulsar el agua de lastre, tienen un impacto ecológico tremendo que hemos tardado muchas décadas en descubrir. Una abeja puede viajar de un continente a otro en avión, y las semillas y esporas de muchas plantas van de una montaña a otra en el barro de las botas de los montañistas. La concienciación sobre nuestro papel como transportadores de especies es fundamental para evitar y frenar la invasión de especies exóticas y contribuir a preservar la biodiversidad local.


Autor: Zaida Tarano Miranda (Colaboradora Provita Internacional)


Créditos fotos:

Achatina fulica: Charles J. Sharp via Wikimedia Commons

Pomacea caniculata: H. Zell via Wikimedia Commons

Potamopyrgus antipodarum (3 ejemplares) y P. oppidanus (1 ejemplar, izquierda): Judi Lapsley Miller via Wikimedia Commons

Melanoides tuberculatus: Tony Rebelo via Wikimedia Commons

Driessena polymorpha: Smithsonian Environmental Research Center

Mytilopsis leucophaeta: Ari O. Laine en ResearchGate

Xenostrobus securis: Muséum National d'Histoire Naturelle via Wikimedia Commons

Corbicula fluminea: Joris Egger via Wikimedia Commons

Sinanodonta woodiana: Hirase via Wikimedia Commons

Crepidula fornicata: H. Zell via Wikimedia Commons

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